Epífitas de ramitas

 

Por Eduardo Alberto Pérez García

 

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En el sentido más amplio, una planta epífita es aquella que crece sobre otra planta. Se estima que alrededor del 10% de todas las plantas vasculares del mundo presentan este hábito de crecimiento. Existen varias formas de ser epífita y por ello se han propuesto varias clasificaciones sobre el tema. Existen algunas plantas que crecen en el suelo y luego trepan a los árboles (se denominan hemiepífitas), como algunas lianas y las vainillas. Otras plantas tienen la habilidad de crecer tanto en el suelo (o en las rocas) como en los árboles, y por ello se les cataloga como facultativas. Existen otras especies que siempre son epífitas y realizan todo su ciclo de vida sobre las plantas huésped y se les denomina como totalmente epífitas u holoepífitas.

            Incluso dentro de las holoepífitas existe una amplia gamma de variaciones en cuanto a su forma de crecimiento, pudiendo ser plantas herbáceas (como las orquídeas), pero la variación incluye, por ejemplo, a cactos, helechos, suculentas, e inclusive árboles epífitos (como los “matapalos” o higueras del género Ficus). Una generalidad para las epífitas es que la mayor concentración de especies, y de plantas, se presenta sobre las ramas y troncos principales de los árboles hospederos. Lo anterior se explica porque éstas son las superficies más grandes y con mayores cantidades de nutrientes (por el arrastre del agua). De igual forma, estas ramas son mucho más duraderas, ya que viven casi el mismo tiempo que el árbol, por lo cual brindan un hábitat más duradero con respecto a las ramas más pequeñas de la copa. Como generalmente las ramas principales de los árboles están ubicadas hacia el centro de los mismos, el ambiente es más o menos constante en términos de incidencia lumínica y de la humedad atmosférica. Sin embargo, existe un grupo de orquídeas que se han especializado en habitar las ramillas de las copas de los árboles, a estas especies se les ha denominado como epífitas de ramitas. Las ramillas de la copa tienen una longevidad relativamente corta, y mucho de lo negativo del medio epífito se manifiesta con más severidad; por ejemplo, la variación en la humead disponible es más alta (sobre todo se intensifica la sequía del sustrato), y los nutrientes son más escasos; pero a cambio la luminosidad es más alta.

            Las orquídeas que son epífitas de ramitas han desarrollado algunas adaptaciones a este medio. Entre las más relevantes son la extrema reducción en tamaño y en las partes vegetativas, pero proporcionalmente no en las flores. Pero quizá uno de sus atributos más significativos es que sus ciclos de vida son muy cortos, probablemente debido al gran esfuerzo reproductivo que tienen. Estas plantas frecuentemente florecen dentro de los frascos de cultivo in vitro pero generalmente mueren en poco tiempo cuando se les intenta cultivar. Esta imposibilidad de mantenerlas con vida por mucho tiempo en cultivo ha llevado a muchas personas, incluyendo a los científicos, a pensar que pueden ser plantas parásitas. Hasta ahora no se ha podido probar que lo sean y de hecho no se ha encontrado ninguna estructura anatómica que puedan utilizar para parasitar a los hospederos, y que sí están presentes en los muérdagos y en otras plantas parásitas. De hecho, en ocasiones es posible el cultivo exitoso por varios años de muchas de ellas.

            El hábito epífito de ramitas ha evolucionado varias veces de manera independiente dentro de la familia de las orquídeas, y por ello existen varias especies que pertenecen a diversos géneros. Algunos de los géneros que presentan este hábito son Comparettia, Erycina, Ionopsis, Notylia, Oncidium y Ornithocephalus. Una de las adaptaciones más interesantes a este medio la presentan algunas especies del género Leochilus (también Comparettia) que producen keikis en las inflorescencias; esta estrategia les permite colonizar a las ramitas cercanas, situación que es menos probable para las especies que viven en las ramas más grandes, donde el espacio entre ramas es mayor.

            Al parecer, el hábito epífito de ramitas está más desarrollado en ambientes tropicales cálidos y húmedos, y por lo regular estas plantas requieren de mucha luz y riegos frecuentes, pero que el medio drene muy rápido. Hay que plantarlas en pedazos de ramas delgados y situarlas en sitios muy ventilados. No son muy recomendables para principiantes, y es mejor preguntar cuáles son las especies posibles de cultivar antes de llevarlas a casa, sobre todo evitar su colecta porque es muy probable que se mueran.

 

 

Eduardo A. Pérez García

      Departamento de Ecología y Recursos Naturales

      Facultad de Ciencias

      Universidad Nacional Autónoma de México

      México, D.F., Cp. 04510 México

Ornithocephalus  inflexus 
Foto: EAPG

Leochilus carinatum 
Foto: EAPG

Leochilus carinatum 
Foto: Antonio H. Rolón

Leochilus scriptum  
Foto: EAPG.

Leochilus oncidioides 
Foto: EAPG.

Leochilus oncidioides  
Foto: Antonio H. Rolón

Comparetia falcata 
Foto: EAPG

Comparetia falcata 
Foto: EAPG

Comparetia falcata 
Foto: Antonio H. Rolón  

Ericyna pusilla
Foto: EAPG.

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