| Esta es
        en mi opinión la más bella vandácea especie que existe. La
        combinación del rosa suave, con el color canela de sus flores planas y
        redondas es causa de mucha admiración. Ella también fue, y aún es,
        una de las matrices más usadas en los cruces entre vandáceas, siempre
        con el fin de obtener flores mayores y de mejor forma. El meristemo
        exhibido en la foto fue hecho a partir de una planta que recibió un FCC
        de 91 puntos de la AOS cuando fue exhibida en New Jersey el 10 de marzo
        de 1991. Los expositores fueron Chris y Loretta Rehmann, de Eagle Drive,
        Hammonton, NJ y la planta exhibida ostentaba un rizo con 10 flores
        perfectas, tanto en el color cuanto en la forma.   La historia del descubrimiento de esta Vanda
        es muy interesante y puede ser leída en su totalidad en el libro de
        Arthur Swinson: Frederick Sanders, The Orchid King. Periódicos de
        orquidofilia de la época también relataron cómo fue la venta de los
        primeros ejemplares de esta especie en Londres. En 1882 el principal
        colector de orquídeas de la firma Sanders, de nombre C. G. Roebelin,
        fue enviado a las Filipinas en búsqueda de novedades. Al final de un
        largo y agotador viaje, el Sr. Roebelin aceptó la invitación de un
        jefe tribal para hospedarse en su casa en una villa cerca de la costa
        sudeste de Mindanao y se acomodó en una cabaña de madera y bambú
        construida en lo alto de un árbol. Ese tipo de casa es habitual en la
        región. Durante la noche se sintió un fuerte temblor de tierra seguido
        algunas horas después por un rugido altísimo. Sin previo aviso, un
        tsunami alcanzó la villaCarlos
        Keller. destruyendo todo lo que había en su camino y arrastrando también el
        árbol donde estaba construida la cabaña en que Roebelin se había
        hospedado. Todos los otros ocupantes que allí dormían murieron
        ahogados con excepción de Roebelin que consiguió de alguna manera
        agarrarse a los escombros y permanecer fuera del agua. Allí él pasó
        una difícil noche y al amanecer lo primero que vio a través de un
        agujero en el tejado, fue una rama arrastrada por el agua, pero aún
        ostentando sobre ella una Vanda espectacular, con flores de un
        colorido raro y forma fantástica. Roebelin olvidó en ese momento las
        heridas de aquella catástrofe, la recogió, y portando aquel tesoro
        volvió a Europa llevando hasta Sanders aquella bellísima Vanda.
        Después de dar a la nueva especie el nombre de Vanda sanderiana,
        Sanders envió a Mindanao un ejército de colectores, los cuales
        prácticamente exterminaron todas las vandas de aquella isla. Luego de
        un largo periodo de adaptación en los viveros de Sanders, las vandas
        recolectadas comenzaron a florecer y fue entonces llevada a cabo la
        primer gran subasta para la venta de ejemplares de esa nueva especie.
        Esa subasta al parecer fue tan concurrida que hasta hubo un tumulto en
        la puerta del edificio donde se realizó y se supo que los mejores
        ejemplares expuestos alcanzaron precios astronómicos. Hoy esa Vanda
        no es tan así de cara , pero buenos ejemplares como este  de la foto no son fáciles de encontrar. La variedad alba de esa especie
        es muy hermosa y siempre es ganadora de premios en las exposiciones. El
        cultivo de las vandas varía de acuerdo con el clima donde ella es
        cultivada. En mi caso, mi orquidário por lo menos para las vandas,
        está en una situación favorable. Mucha humedad en el aire, calor,
        mucha luz y ventilación es lo que las vandas necesitan. Las raíces no
        pueden quedarse sofocadas y deben quedarse sueltas en el aire, colgadas
        abajo de la planta. Yo uso una canasta de madera para por lo menos dar
        estabilidad a la planta, poder manipularla con facilidad y dar algún
        tipo de apoyo donde poder fijar el gancho que la mantiene colgada. Las
        raíces se enrollan un poco dentro de la canasta y después cuelgan para
        abajo a través de sus grietas. Dentro de la canasta coloqué algo de
        musgo de Chile bien fofo. El musgo mantiene la humedad, pero como es
        bien fofo todo queda bien aireado, no permitiendo que las raíces que
        están en la canasta se pudran. La fertilización es semanal con Peters
        más micro nutrientes, generalmente el 20-20-20, pero variando de
        acuerdo con la época. Una vez por mes aplico Superthrive, una gota por
        litro de agua y no uso abono orgánico a causa del musgo. Ese sistema ha
        probado ser muy bueno para esa y otras vandas de mi colección. La Vanda
        sanderiana ‘Chris’ es una planta enorme, tanto sus hojas como
        sus flores y la visión de esa planta florida es un espectáculo
        inolvidable.   |