La Cattleya violacea fue descubierta en la expedición hecha
por Humboldt y Bonpland al Río Orinoco alrededor del 1800. El botánico
Kunth, miembro del equipo, hizo la descripción formal de la especie en
1816, cuando entonces ella recibió el nombre de Cymbidium violaceum.
Transcurrieron 70 años hasta que ella recibiera su nombre definitivo: Cattleya
violacea. Esa orquídea habita toda la región amazónica, hasta los
600 metros de altitud, casi siempre vegetando en el margen de los ríos.
Allí ella recoge una mayor humedad ambiente proveniente de la evaporación
y también una mayor luminosidad, ocasionada por la reflexión de la luz
del sol en la superficie del agua. En los bordillos de la hiléia amazónica
ella colonizó áreas más secas, de cerrado, savana y rocas, donde el
calor es escaldante y los períodos de sequía se alternan con lluvias
torrenciales. No es raro encontrarla allí creciendo como rupícola. Son
en esas áreas que se encuentran las variedades de color, creo yo,
debido a la sumatória de stress más aislamiento. Las variedades de
color son raras en esa especie y la primera alba en aparecer fue
recolectada en Brasil en 1890. La alba siguiente sólo fue encontrada en
Venezuela en 1957. Existe una variedad
que habita la parte suroeste del área de distribución de la
especie y es llamada ‘la peruana’. Las flores de esa variedad son más
chicas, poseen un morado más claro, casi rosado y los pétalos son más
anchos, con mejor forma. El rizo floral también presenta un mayor número
de flores que la forma existente en el este. En Brasil esa forma puede
ser encontrada en el sur de Acre, al este de Rondônia (probablemente río
Guaporé) y noroeste de Mato Grosso. En cultivo la Cattleya violacea
necesita de calor (18°C a 29°C), mucha luz y mucha humedad. El local
debe ser bien aireado. El extraordinario clon de nombre ‘Muse’ que puede ser visto en
mis fotos abajo es aún hoy la mejor C. violacea tipo existente. El
individuo de la forma tradicional,
posee flores muy grandes para la especie, llegando a un diámetro
de 13cm. Existen nuevos clones provenientes de cruces, en que se obtuvo
pétalos muy anchos, pero ellas perdieron aquella forma angular que es
característica sintomática de la especie. Mirándola de frente, la
primera impresión que nos da es que estamos viendo una Cattleya walkeriana.
Un mejoramiento no puede descaracterizar la especie. El color de la
‘Muse’ es un morado muy intenso y uniforme. Yo diría hasta que la
flor es cintilante! Todos los segmentos florales son armoniosos y no
cargan los defectos comunes en las plantas normales, como el sépalo
superior curvándose hacia atrás y las inferiores un poco cóncavas.
Los pétalos de una planta normal son un poco flojas en los bordillos,
pero en la ‘Muse’ ellas son totalmente planas. La flor parece haber
sido planchada a hierro. El labelo también es plano y su coloración es
muy bien demarcada. El ejemplar de la foto es una división de la planta
de la colección del orquidófilo Gene Hausermann, de Chicago y esa fue
la primera floración de ese corte. Tiene mucho que mejorar aún. La Cattleya violacea ‘Muse’ fue descubierta en la naturaleza
en Venezuela, a mediados de
la década del 70 y pasó a formar parte de la colección de Muse
Orchids, fue en ese entonces
que recibió su nombre clonal. Posteriormente la planta fue vendida a
Krull-Smith Orchids de Apopka, Florida. Esa es una pequeña ciudad
cerca de 20 kilômetros al noroeste de Orlando, cuya principal
economía son las plantas ornamentales. Es una especie de Holambra norte
americana. Allá están situadas las vastas estufas de Krull-Smith que
el 5 de agosto de 1983 llevó la ‘Muse’ a un juzgamiento de la AOS
en una exposición de Merrit Island, Florida, donde la planta recibió
un FCC de 92 puntos. Ese es el mejor premio que una orquídea puede
recibir. Posteriormente ese clon fue meristemado y difundido por el
mundo, pero hoy él es relativamente raro y merecería una nueva
meristemación. En Brasil ella fue vendida sólo por
Francisco Miranda cerca
de 20 años atrás en el orquidário que él tenía aquí en Rio de
Janeiro, en Alto da Boa Vista. Ese orquidário ya no existe. Hoy ella es
muy rara en el país. Lo que la ‘Muse’ tiene en realidad - y eso sólo
puede ser visto en vivo- es carisma, mucho carisma. Yo me atrevo a decir
que esa violacea es la orquídea más carismática de todo mi orquidário.
Cualquier otra flor, híbrido o especie, cuando es colocada a su lado,
simplemente desaparece. Sólo se ve la ‘Muse’... Carlos
Keller |